jueves, 25 de febrero de 2021

SOBRE LA IMPORTANCIA DE TENER UNA MIRADA INTEGRAL Y AMPLIA, DE LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DEL RIESGO DE DESASTRES Y LA PROPUESTA DEL VIVIR BIEN

 

Por: M.Sc. Lic. Juan Ademar Valda Vargas*

M.Sc. Ademar Valda

Avanzar hacia una gestión integral del riesgo de desastres se ha convertido en una necesidad crítica y en una prioridad de la comunidad internacional, realidades nacionales y también, de forma cada vez más notoria, para la academia.

 

Se contemplan distintas definiciones sobre la gestión del riesgo (GdR) o la reducción del riesgo de desastre (RRD), marcos conceptuales que comparten un mismo enfoque, los cuales proponen minimizar los riesgos en una sociedad, evitando o limitando el impacto de amenazas de distintas índoles promoviendo el fortalecimiento de las capacidades de poblaciones vulnerables en el amplio contexto del desarrollo sostenible.

 

Como en todo, los conceptos han ido evolucionando y se han ido adecuando a una compleja, dinámica y contradictoria realidad social, los conceptos arriba planteados, giran en torno a la discusión sobre la intervención en el riesgo y desastre, el cual data de la segunda mitad de los años noventa, dicho enfoque pone la mirada en el de manejo, la gestión o reducción de riesgo.

 

Anteriormente a dicho enfoque se priorizaba las nociones de manejo, gestión o administración de “desastres”, que tenían la mirada centrada en la emergencia, en la actualidad el eje de análisis, ha pasado del desastre/emergencia (el daño y la pérdida) hacia el concepto y mirada sobre el riesgo, como se podrá observar, en las siguientes definiciones, tanto del PNUD[1] como en el de PREDECAN[2].

 

La gestión del riesgo: Es el proceso planificado, concertado, participativo e integral de reducción de las condiciones de riesgo de desastres de una comunidad, una región o un país. Implica la complementariedad de capacidades y recursos locales, regionales y nacionales y está íntimamente ligada a la búsqueda del desarrollo sostenible. Es el conjunto de decisiones administrativas, de organización y conocimientos operacionales para implementar políticas y estrategias con el fin de reducir el impacto de amenazas naturales y desastres ambientales y tecnológicos (PNUD Chile, 2012, p.6).

 

La Gestión del Riesgo de Desastre, definida en forma genérica, se refiere a un proceso social cuyo fin último es la previsión, la reducción y el control permanente de los factores de riesgo de desastre en la sociedad, en consonancia con, e integrada al logro de pautas de desarrollo humano, económico, ambiental y territorial, sostenibles (PREDECAN, 2009, p.33).

 

Claramente se evidencia un cierto consenso o uniformidad, sobre la concepción de la GdR, pero los debates se centran en los enfoques teóricos sobre la ocurrencia de los desastres. En este sentido existen dos enfoques o visiones que tratan de responder a una misma pregunta ¿Por qué ocurren los desastres? Estos debates que giran entorno, sobre la explicación de las causas de los riesgos, son: el enfoque fisicalista y el social

 

Hasta la década de los 80’s, la ocurrencia de los eventos desastrosos se fundamentó científicamente desde la perspectiva predominante de las ciencias naturales, básicas y aplicadas, sosteniendo que los desastres surgen como producto de fenómenos físicos, extremos ocasionados en la naturaleza generando un impacto perjudicial sobre la población. Este enfoque, se focaliza en el fenómeno físico, en los fenómenos naturales y en el impacto que provocan hacia la población, por ejemplo, sequias, terremotos, inundaciones, epidemias, etc.

 

Desde la perspectiva o enfoque social del riesgo, los eventos físicos son generados por intervención humana en la transformación del ambiente natural (eventos socio-naturales), o por efecto directo del manejo, producción y/o distribución de materiales peligrosos (eventos antrópicos).

 

Básicamente, la noción de la construcción social del riesgo se fundamenta en la idea de que el ambiente presenta una serie de posibles eventos físicos que pueden ser generados por la dinámica de la naturaleza, pero su transformación en amenazas reales para la población está intermediada por la acción humana. Es decir, una amenaza no es el evento físico en sí, sino el peligro asociado con ella, el nivel del cual es determinado, entre otras razones, por factores no naturales o físicos, tales como los grados de exposición o vulnerabilidad de la sociedad (PREDECAN, 2009, p.10)

 

En nuestras sociedades, hay una creciente conciencia de que abordar los desastres de manera reactiva intentando disminuir sus efectos adversos solo mediante planes y operativos de emergencia y estrategias de recuperación no es suficiente. Lograr una mejor gestión del riesgo de desastres se ha convertido en una necesidad crítica para la comunidad internacional y las distintas realidades nacionales y la comunidad académica en general. Aquí reside el fundamento y la importancia de conocer y desarrollar todo el bagaje teórico que gira en torno a esta temática.

 

El enfoque de la gestión del riesgo de desastres está vinculado con el concepto del desarrollo sostenible, que según el ISDR[3](2009) se define como el “Desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades” (p.13).

 

Muchos autores cuestionan el concepto del desarrollo, debido a la insostenibilidad en el tiempo y a su concepción consumista de la vida. La concepción del desarrollo, planteada en la segunda mitad del siglo XX como modo de vida hegemónico, se sustenta en el constante crecimiento económico, en una visión antropocéntrica e instrumental de la naturaleza y en el ilimitado consumo, el cual es insostenible en un planeta amenazado por la crisis ambiental (Lovelock, 2011). Al cuestionar al concepto de desarrollo, ya sea este alternativo, sustentable o de otra índole, en el fondo se nos plantean repensar los conceptos y teorías en miras de una alternativa al desarrollo.

 

Dentro de estas propuestas, destaca en nuestra región, la concepción de la propuesta del Vivir Bien, como alternativa a la crisis global, desde la perspectiva de los pueblos indígenas. Morales (2011) afirma que “Mientras los Pueblos Indígenas proponen para el mundo el “Vivir Bien”, el capitalismo se basa en el “Vivir Mejor” (…). El vivir mejor significa vivir a costa del otro, explotando al otro, saqueando los recursos naturales, violando a la Madre Tierra” (p.9).

 

El Vivir Bien o Buen Vivir persigue la convivencia y la complementariedad entre seres humanos y la naturaleza, Pacha Mama o Madre Tierra, que se contrapone como manifiesta Cruz (2014) afirmando que “En contraste con el carácter colonial, antropocéntrico y eficientista del discurso desarrollista (…), un modo de vida intercultural, holístico y poscapitalista, basado en una ética de la suficiencia más que de la eficiencia” (p.66).

 

Mentir, robar, atentar contra la naturaleza posiblemente nos permita vivir mejor, pero eso no es Vivir Bien. Al contrario, Vivir Bien significa complementarnos y no competir, compartir y no aprovecharnos del vecino, vivir en armonía entre las personas y con la naturaleza. El Vivir Bien no es lo mismo que el vivir mejor, el vivir mejor que el otro. Porque para el vivir mejor, frente al prójimo, se hace necesario explotar, se produce una profunda competencia, se concentra la riqueza en pocas manos. Vivir mejor es egoísmo, desinterés por los demás, individualismo. El Vivir Bien está reñido con el lujo, la opulencia y el derroche, está reñido con el consumismo” (Choquehuanca, 2010, p. 8).

 

Explorar el paradigma del Vivir Bien, permitirá a los estudiantes generar una visión crítica y les aportara mayores elementos en la necesaria reflexión sobre las alternativas a un sistema de sobre explotación de la naturaleza, que pone en riesgo de desastre al conjunto de la madre tierra y la humanidad.

 

En síntesis, la propuesta es que se aborden los conceptos fundamentales de la Gestión del Riesgo de Desastres y que puedan aplicarse de manera práctica a una situación concreta y particular, a esto se complementa el conocimiento de los principales postulados de la propuesta del Vivir Bien, como insumos teóricos para generar una visión crítica sobre los enfoques y paradigmas dominantes sobre la visión del desarrollo que plantean las distintas instituciones, organismos internacionales y estatales para afrontar las distintitas amenazas, riesgos y desastres que surgen en nuestras realidades.

  

* Juan Ademar Valda Vargas; M.Sc. en Educación Superior, Licenciado en Sociología, Docente Universitario, Diputado Nacional (2015-2019), Cónsul General del Estado Plurinacional de Bolivia en Buenos Aires – Argentina (2019 hasta el golpe de Estado en Bolivia), Analista Político y Periodista.


BIBLIOGRAFÍA:

 

UNISDR (2009). Terminología sobre Reducción del Riesgo de Desastres. Estrategia Internacional para la Reducción de Riesgos de las Naciones Unidas (UNISDR). Recuperado de: https://www.unisdr.org/files/7817_UNISDRTerminologySpanish.pdf

 

 

Narváez, L., Lavell A. y Perez, O. (2009). La gestión del riesgo de desastres: un enfoque basado en procesos, Proyecto Apoyo a la Prevención de Desastres en la Comunidad Andina – PREDECAN. Primera Edición, Lima, Perú. Recuperado de: http://www.comunidadandina.org/predecan/doc/libros/PROCESOS_ok.pdf

 

Cardona, A. (2001). La necesidad de repensar de manera holística los conceptos de vulnerabilidad y riesgo “Una crítica y una revisión necesaria para la gestión”. Recuperado de: https://www.desenredando.org/public/articulos/2001/repvuln/RepensarVulnerabilidadyRiesgo-1.0.0.pdf

 

Blaikie, Piers et. al. (1996) Vulnerabilidad. El entorno social, político y económico de los desastres. 1ª Ed., Red de Estudios Sociales en Prevención de Desastres en América Latina, 1996. Recuperado de: https://www.desenredando.org/public/libros/1996/vesped/vesped-todo_sep-09-2002.pdf

 

 

Estado Plurinacional de Bolivia, Ministerio de Relaciones Exteriores. (2009). El Vivir Bien como respuesta a la Crisis Global. Recuperado de: http://www.cancilleria.gob.bo/webmre/sites/default/files/libros/03%20el%20vivir%20bien%20como%20respuesta%20a%20la%20crisis%20global.pdf



[1] Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

[2] Proyecto Apoyo a la Prevención de Desastres en la Comunidad Andina.

[3] Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres.